Hay gente que no tiene límites… Ni tampoco intimidad.

Como esta señora o señorita que viajaba en Ural Airlines desde Antalya, en el sur de Turquía, a la capital rusa de Moscú. Aparentemente, algo le había sucedido a su bombacha de tal urgencia, que se vio obligada a secarla en el ventilador de aire que suele aparecer sobre el asiento de los vuelos. Una desgraciada, sí.

Todos miraban con interés y confusión, pero permanecieron en silencio, declaró uno de los testigos principales a los numerosos medios que recogieron la noticia después de que el curioso video se convirtiera en viral. Hasta donde se sabe, la polémica pasajera sólo recibió miradas indiscretas durante los 20 minutos que le tomó el secado, pero ningún llamado de atención de parte de la tripulación del vuelo.

Sin dudas, se sentía como en casa…