Hernán y Hector, dos férreos fanáticos de nuestra selección se fueron hasta Rusia para alentar como se debe. Pero el difícil idioma ruso les jugó una mala pasada, y terminaron literalmente en la ciudad equivocada.

Mientras que debían llegar a Nizhni Nóvgorod para asistir al encuentro argentino con Croacia, los hinchas llegaron a Veliki Nóvgorod, ciudad con nombre muy parecido, pero situada a casi mil kilómetros de su verdadero destino.

Felizmente, los muchachos se cruzaron con vecinos locales que los acompañaron a un hotel donde pudieron ver el partido en la TV. Pero eso no es todo: la entrañable confusión llegó a oídos de Putin, quien decidió regalarles entradas para Argentina-Nigeria, incluyendo el traslado desde la lejana ciudad donde se encontraban los muchachos.

¡Menos mal que ese día ganamos!