Uno asume que su perro va a saber jugar al Frisbee, pero así como la naturaleza no nos hizo igual a todos nosotros, tampoco a los perritos. No se puede culparlos, pero sí reírse un poquito a sus expensas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información aquí ACEPTAR