De todas las cosas a las que se puede ser alérgico, el WIFI es una de las más complicadas. Si no, veamos el caso de esta pobre mujer a la que la Internet le arruinó la existencia.
Una mujer británica de 70 años, Rosi Gladwell, de Totnes, Devon, Reino Unido, padece una extraña alergia que le hace hipersensible a la a radiación electromagnética emitida por cualquier señal de WIFI. Según ella, hace que se sienta débil, le quita las ganas de comer y, quizás lo peor, le hace sentir pinchazos por toda la cara.
Un detector portátil de radiación y una bolsa de plata y cobre con la que guarecerse a la hora de dormir son las armas con las que Rosi trata de sobrellevar su difícil dolencia. En realidad estoy bastante asustada por el futuro, dice, especialmente preocupada por la inminente llegada del 5G. Si voy a un café, trato de sentarme afuera y si salimos a cenar me llevo mi medidor conmigo y entonces puedo decidir qué asientos tienen menos radiación y sentarme allí, porque varía mucho en una habitación. Si me expongo demasiado tiempo, tengo que volver a casa y tener dos días con todo apagado y no ver la televisión, explicó la pobre mujer.
¿Dónde podrá irse a vivir esta señora?