Cayó la Banda de Homero

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Este vecino de Hurlingham se hacía llamar como el papá de Bart y había decorado todo su cuarto con el objeto de su fanatismo. ¿El problema? Parece que era todo un capo del narcotráfico. 

En Hurlingham, provincia de Buenos Aires, los oficiales quedaron estupefactos ante la operación que llevaba adelante el dealer que pedía ser llamado Homero. Acérrimo fanático de Los Simpsons, el anónimo se dedicaba junto a la banda que lideraba a la comercialización de drogas y estupefacientes en la zona oeste.

Su habitación es testimonio de su fanatismo. Imágenes aportadas por Crónica muestran pinturas que incluyen hasta al eternamente célebre Homero Jay, una prueba más de que este seguidor no se andaba con cuentos al momento de vanagloriar a su serie predilecta.

Aunque su juicio sigue pendiente, la policía reconoció que se necesitaron 27 allanamientos para desbaratar esta banda que, según todo indica, ejecutaba acciones ilegales de menudeo y delivery de drogas.

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